¿Qué es comer?
Es una necesidad.
Pues te equivocas, todos los seres vivos comen por necesidad, salvo los humanos, que lo hacemos por algo más.
El plato de la abuela, el de la madre, el de la suegra, el plato especialidad de mi pareja (o del mío), frases que nos llenan los oídos, pero nunca los sentidos. Bueno, nunca los sentidos hasta que conocí a Miguel.
Me acuerdo degustar con Ahmed, hoy gran nefrólogo, y con el Miguel, las cabezas de cordero cocidas y asadas ”Nifa”, en el tejado de casa de Ahmed, mientras los libros de Bachillerato con las hojas bailando por el viento, sobre una mesa hecha de latas de aceite, donación de la ONU, en el campo de refugiados de Shatila, luego conocido por la masacre.
Teníamos hambre de comer, pero Miguel, me acuerdo, siempre se acercaba a la bandeja, abanicaba con las manos el humo hacia la nariz, miraba la textura, y nos decía: Bueno, a comer pero los de la otra vez eran más buenos y nosotros respondíamos, si solo son cabezas de cordero, siéntate y come que hay mucho texto que acabar; Miguel respondía, os equivocáis no es solo comer, es algo más, es abrirnos los poros de todos nuestros sentidos para embriagarnos con la fuerza del alimento para poder seguir.
Era conversación habitual entre nosotros sobre cada bocata o plato, eran tiempos de guerra civil, comíamos y dormíamos como podíamos y muchas veces fuera de la casa.
El “criticon” era Mahmoud, hoy Miguel Katib Katib. El mejor paladar, decía que los ingredientes de un plato tenían que bailar entre ellos para formar un único ingrediente en su Harmonía.
Pero él iba un poco más allá día a día.
En el confinamiento optó por la renovación y me dijo: ahora tengo ganas de hacer de mis platos una Ópera, diferentes sabores en el mismo plato sin perder el original.
Quedó ahí esta conversación, yo me dediqué a lo mío, médico muy agitado por la pandemia, i él agitado y golpeado por la crisis, pero estaba escribiendo su propia ópera.
No había pisado el Jaima, que con el Aboukhalil, eran los mejores restaurantes libaneses en España, según muchos viajantes y clientes habituales de Cataluña i en opinión de algún visitante Arabe o Europeo, el mejor del mundo en calidad. Miguel compra él mismo de Merca Barna la materia prima.
Hace poco, decidí ir a ver ésta nueva obra y su ópera: Impresionante. Te sorprende todo, desde que te abran la puerta.
Lugar joven, consiguió el baile y la ópera a la vez en sus platos, pensado en el cliente joven, el de Tapas, o el que viene a recordar al plato de la abuela.
El p*** amo del Hommus, vuelve a sorprender con sus sabores, elegancia de platos, y sobre todo está su espíritu en cada ingrediente.
Tengo la piel de gallina, todos mis poros abiertos, Miguel lo vuelve a conseguir con su Hommos, su Falafel, su deliciosa mini hamburguesa, su Fattush, y su Mazza.
Gracias amigo, volveremos a comer cabeza de cordero asada y crujiente a tu gusto.
Volveré, aquí hay emociones a vivir.
Naim Hannaoui Hadi
12/12/2020